MI HISTORIA

Me encanta pasar tiempo conmigo misma, estar en la naturaleza, viajar, y compartir momentos de conexión profunda y de diversión con mis amigos y familia. Aunque de origen soy mitad estadounidense y mitad española, me considero ciudadana del mundo. Actualmente vivo en Marbella, España, desde donde trabajo a nivel global. 

Considero que todo en la vida es una experiencia que nos está ayudando a crecer y a evolucionar, tanto a nivel individual como a nivel colectivo. En mi caso particular, determinadas experiencias me llevaron a conocer bien el sufrimiento y, gracias a ello, descubrí esta gran verdad: Todos somos seres poderosos, capaces de transformar nuestro sufrimiento y sentir paz interior y plenitud. (independientemente de cuales sean las circunstancias) 

Si deseas saber más sobre mí, es un placer compartir mi historia contigo:

MI HISTORIA

Hasta los 13 años crecí en un hogar lleno de afecto y abundancia económica hasta que mi padre fue diagnosticado de cáncer. Esto desencadenó en una situación familiar conflictiva y le dio un vuelco a mi vida. Estaba aún en esa fase en la que tendemos a idealizar a nuestros padres y lo veía como mi mejor amigo y mi protector. Un año después de su muerte, a mi madre y a mí nos diagnosticaron depresión. Comencé a despertarme en mitad de la noche con ansiedad, desarrollé una relación disfuncional con la comida y saltaba de una relación a otra buscando quien me aliviara y me hiciese sentirme querida.

Durante varios años probé ir al psiquiatra, a distintos psicólogos, tomé medicación y leí todo libro de auto-ayuda que caía en mis manos. Es cierto que todo aquello me ofrecía remedios temporales, pero nada me proporcionaba un cambio permanente. Aunque visto desde fuera llevaba una vida que en apariencia muchos envidiaban, por dentro me sentía vacía, sola y angustiada. Vivir con ansiedad era mi estado natural y tirar hacia adelante el objetivo de cada día. Atrapada en el pasado y con miedo al futuro, procuraba mantenerme ocupada y distraída con el baile, el ejercicio y los viajes. 

Por otro lado, me era imposible ignorar los cambios que estaba viendo en mi madre, quien había comenzado a ver a una mujer llamada Alicia E. Moreno (sin contar con una formación en la materia sobre la terapia energética, Alicia, a través de su don como sanadora del alma, transmite los conocimientos que recibe de su guía interior para guiar y orientar a las personas hacia el conocimiento de ellas mismas y seguir el sendero de su alma). Aunque sentía mucha resistencia en ir a verla, opté por probar. Ella me dijo que si quería cambiar tenía que asumir que era responsable de mi vida. Aquello no me gustó en absoluto y me fui con la decisión de no volver. Incluso le pedí a mi madre que no me hablara de ella nunca más.

Entonces la vida siguió dándome lo que necesitaba. Agotada de seguir huyendo de mí misma, necesité tocar más fondo aún. Empecé a temer por mi vida por lo que decidí ir a un centro de trastornos alimenticios. Aunque no era consciente de ello, en ese momento, me era más fácil no ocuparme de mí y darle esa responsabilidad a los demás. Me dijeron que estaba enferma y que necesitaba tener a alguien a mi lado a todas horas. La visión de la vida que me esperaba entonces me produjo tanto terror que vi por primera vez con total claridad que había dos caminos y que la decisión era mía.  Podía seguir responsabilizando a los demás o hacerme dueña de mi vida. Para mi sorpresa, decidí entonces volver a visitar a Alicia, y comenzó mi trabajo interior y mi sanación.

En mi proceso fui aprendiendo “el cómo” que tanto había estado persiguiendo. Entre ellos, cómo amarme y cómo ir trabajándome para llegar a ser la mejor versión de mí misma. Como resultado, con el paso del tiempo fui experimentando cada vez más paz y alegría.

ACEPTACIÓN Y PAZ INTERIOR

Debido a los grandes cambios que estaba experimentando en mí, a nivel laboral comencé a sentir un conflicto. Trabajaba en NYC, en una empresa ganando mucho dinero. Aunque desempeñaba bien mi trabajo me sentía atrapada y comencé a experimentar una nueva sensación de vacío. Había cambiado mucho desde cuando acabé la carrera y ya no encajaba con aquella forma agresiva y persuasiva de hacer negocios. Pero temía hacer un cambio. Aún más...¿Un cambio, para dedicarme a qué?

Entonces la vida, como siempre hace, con toda su generosidad y amor me dio una vez más lo que necesitaba. Me lesioné el pie y la espalda y comencé una etapa de limitación física. Apenas sin poder andar ni sentarme, me quedé con muy pocos recursos externos a los que agarrarme. Volvía a tener dos opciones: quitarme la vida para no seguir sufriendo o practicar la aceptación, la confianza y el amar lo que es. Ahora ya sí que no quedaba duda.

Experimenté que somos al 100% responsables de nuestra felicidad. Sin excepción. Cuando cambian mis pensamientos, mi forma de percibir el mundo cambia y, como resultado, mi vida entera. 

Aunque mi limitación física seguía igual, los días que creía mis pensamientos, me entraba el miedo y vivía un infierno, pero los días que lograba mantenerme conectada, amando y confiando en lo que es, sentía una profunda paz y armonía con todo.

Gracias a que esta situación me llevó al límite, tuve que aprender a poner en práctica muchos de los conceptos que en la etapa anterior había visto de teoría pero que aún no había integrado en mí. Ahí estaba todo lo que anhelaba, en mí, esperando simplemente a que despertase y a que me diese cuenta.

PROPÓSITO DE VIDA

La forma en que fui manejando la situación llamaba la atención a las personas de mi entorno. Comencé compartiendo lo que había aprendido con quien mostraba interés y, poco a poco, así fue como comencé trabajando en el mundo del desarrollo personal y profesional. Había descubierto la misión de mi alma. Decidí entonces hacerme Coach Profesional Transpersonal, como vehículo para acompañar a las personas a responsabilizarse de sus vidas, a conquistar su oscuridad y a descubrir y alcanzar su propio potencial.

La forma en que fui manejando la situación, llamaba la atención a las personas de mi entorno. Comencé compartiendo lo que había aprendido con quien mostraba interés y poco a poco, así fue como comencé trabajando en el mundo del desarrollo personal y profesional. Había descubierto la misión de mi alma. Decidí entonces hacerme Coach Profesional Transpersonal, como vehículo para acompañar a las personas a responsabilizarse de sus vidas, a conquistar su oscuridad y a descubrir y alcanzar su propio potencial.

AGRADECIMIENTOS

Doy eternas gracias a todas las personas que me apoyaron durante estas experiencias (sabéis quienes sois). Entre ellas, mi madre, Teresa García Ruz por siempre estar ahí con su amor inquebrantable y a mis tres grandes maestras; Alicia E. Moreno por su luz y su guía, a la parte más elevada de mi ser, por nunca rendirse y a la Fuente de Vida Divina, por cada experiencia y por su inmensa amabilidad, puesto que nos da siempre aquello que necesitamos para evolucionar.

Con todo mi amor,

Natalia

FORMACIÓN PROFESIONAL


  • Coach Profesional Certificado por InviteChange 
  • Coach Asociado Certificado por  ICF (International Coach Federation)
  • Generative Wholeness Practitioner™ por InviteChange 
  • Miembro de ICF Global y ICF España
  • Formación en Mindfulness y practicante de Meditación 
  • Máster en Comercio Internacional 
  • Licenciada en Gestión Comercial y Marketing

 

               

 

'Solo cuando aceptamos y amamos nuestra oscuridad, podemos

llegar a conocer y experimentar el verdadero poder de nuestra luz"

- Natalia Geiger - 

2FLOR_spanish

MANTENTE INFORMADO SOBRE LOS PRÓXIMOS EVENTOS

Please enter your name.
Please enter a valid email address.
Something went wrong. Please check your entries and try again.

Copyright © 2018 Natalia Geiger